Aprender cómo dar sentido a la vida Solergibert, fundador del pensamiento creativo,
enseña las bases para la realización personal
NATALIA SARA -
Pamplona
"S
OY
muy feliz haciendo lo que hago. Primero porque es lo que me
gusta y después porque puedo constatar resultados en las
personas. Yo no pretendo ayudar a nadie, sólo ser útil a los
seres humanos y ser útil en la sociedad". Así se manifiesta
Frederic Solergibert, una afirmación que pocos pueden hacer.
Este psicoterapeuta y escritor lleva más de 20 años dedicado
al desarrollo personal y profesional a través de lo que se
podría definir como una escuela de vida: un proyecto para la
promoción de la salud y los recursos humanos.
"Muestro
como vivir diferente y y también aprendo a hacerlo de las
personas con las que trato", señala Solergibert, que esta
semana estuvo en Pamplona dando una conferencia y hoy imparte
un seminario sobre la mística de la abundancia en el hotel
Albert. "Tenemos que aumentar la confianza en nosotros mismos.
Poner la fe en nuestras capacidades y confiar en la vida. En
que todo ocurre para uno mejore", señala Solergibert, fundador
del Pensamiento Creativo, quien apunta que las personas
hacemos con nosotros mismos lo que no deberíamos hacer con
nadie.
Sobre el seminario abierto al público general
explica que se trata de un curso sobre independencia
financiera, ya que el dinero es fuente de numerosos problemas
y estrés, y consiste en aprender a utilizar los recursos
humanos para resolver los problemas económicos. En definitiva
su trabajo está volcado, tanto a nivel de personas como de
empresas, en cómo crear un futuro mejor. "Durante muchos años
se ha potenciado el tener una actitud agresiva y para muchas
empresas sólo cuentan los resultados. En la vida personal
también tienen que contar los resultados: cómo se está de
satisfecho uno con su vida, si tiene tiempo para hacer lo que
le gusta, para estar con sus amigos, con su familia, para
disfrutar de lo que posee... Y siempre acabamos con el tiempo.
Vivimos en un mundo donde la velocidad se ha incorporado. Hay
por un lado un proceso de aceleración contínua y, por otro,
todo está cambiando constantemente y lo que aprendimos hace 20
años está obsoletos, nos enfrentamos a nuevas tecnologías cada
día, proceso de readaptación contínua", explica. El resultado
es que el hombre tiene que optimizarse y el no hacerlo crea
estrés, que de forma sostenida reduce las
capacidades.
"Hoy el estrés es un reflejo de una
sociedad enferma", manifiesta. El informe de la ONU indica que
en 1998 murieron 159 millones de personas por estrés de las
cuales 58 millones murieron por depresión, 18 millones por
alcoholismo, 16 millones por disfunción afectiva, 14 millones
por sicóticos, 6 millones por drogas, y 2 millones por
insatisfacción personal. "A ello hay que añadir los 143
millones de personas con enfermedades cardiovasculares y eso
es debido a la insatisfacción con lo uno tiene, con lo que uno
es, con lo que uno hace, por desequilibrio emocional. Es un
panorama grave, tanto para la sanidad pública como para las
personas", explica este doctor también en Filosofía, que
reconoce que a la gente le inspira burla hablar de felicidad o
de plenitud porque en realidad se está muy alejado del
concepto de ser feliz.
"Todo el mundo aspira a ello en
la vida. Siempre van a existir problemas pero hay que mejorar
la capacidad de tener soluciones. Y se puede estudiar como
conseguirlo y estamos creando una generación de personas
exitosas desde el punto de vista interior, es decir, sentirse
realizado. Considera que el gran problema es que la vida se va
encerrando en una serie de rutinas de las que es muy difícil
salir y romper. "Lo que trabajo con las personas es crear
estructuras, procesos, para poder romper esa rutina y empezar
a crear algo nuevo, diferente. Muchos sienten que tienen que
hacer algo nuevo, pero no saben el qué, o saben el qué hacer,
pero no cómo. Necesitamos nuevas ideas para optimizar nuestro
cerebro", expone Solergibert, cuyo nombre comienza.
Aun
triunfando hoy día se respira en el ambiente cierta
insatisfacción social colectiva. "Peter Sengue, un psiquiatra
muy famoso del Instituto de Massachusets dice que no hay
posibilidad de evolución si no se respetan dos cosas: la
indagación y la prospección", indica como vía para cambiar.
"Primero uno tiene que investigar cuales son sus
condicionamientos, qué es lo que le está atrapando y no le
deja avanzar. La gran tragedia del ser humano es descubrir un
día que no has vivido tu vida, sino la que tu familia o las
circunstancias han marcado, pero que no es lo que querías, ni
habrías decidido. En segundo lugar, hay que investigar qué
nuevas avenidas se abren al futuro y cómo se pueden
rentabilizar en favor de uno. Mirar hacia adelante", expone,
frente a una sociedad donde se quieren soluciones inmediatas y
que requieran poco esfuerzo.
"El mundo en el que
estamos viviendo invita al abandono, a la rutina y la
comodidad. Tres posturas que conducen al fracaso personal",
señala y alude también a que a veces las personas no toman
ninguna iniciativa porque no hay en ese momento ninguna que
les apasione lo suficiente. Él colaboró con la madre Teresa de
Calcuta los años 1991 y 1992 y afirma: "A través de cómo ella
actuaba comprendí que el sentido de la vida no es algo que uno
busca sino que uno encontraba cuando hacía lo que debía, lo
que tenía que hacer, porque toda la vida se llena entonces de
sentido".
La valoración que hace de la sociedad es muy
clara: "Vivimos en un momento muy difícil caminando a una
crisis muy importante. Las personas tienen que ser muy
adaptables al cambio y esa capacidad se ha convertido en una
de las más importantes".
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ALCANZAR LA PAZ INTERIOR
LO QUE NO SE VE
Un
libro sobre espiritualidad, nada que ver con la metafísica, el
esoterismo o la religión. Así define Frederic Solergibert Lo que
no se ve, la publicación con la que se ha dado a conocer de
manera internacional y que ha sido un récord de ventas en España.
Traducida al inglés y portugués saldrá en breve en EEUU y Brasil.
"El espíritu es la base de la vida", afirma Solergibert, cuya obra,
agotada, se acaba de volver a reeditar y va por su tercera edición
con 12.000 ejemplares vendidos.
Algo que es totalmente
inusual para un autor español y desconocido, y más teniendo en
cuenta que ha sido clasificado como un libro de autoayuda dentro de
los de psicología aplicada. Su contenido ha ido de boca en boca y
considera que el éxito de la obra radica en que "es un texto hermoso
que puede ser leído por personas de cualquier creencia o sin ninguna
creencia y que inspira a crecer, a vivir una vida diferente y a
generar una gran paz interior", explica.
Así, el libro está
constituído en 33 pasos o aproximaciones hacia la paz interior. "Su
lectura genera paz. Habla de la vida, de las situaciones cotidianas
y cómo se puede vivir de otra manera, que es posible cambiar, pero
está escrito de tal forma que quienes lo leen lo van comprobando
aunque esto no es ningun milagro y la persona tiene que trabajar el
texto", indica Solergibert, quien resalta que su lenguaje es
sencillo, asequible a todo el mundo, y que hay intercalados 5
cuentos "que van directamente al corazón, no pasan por el intelecto.
En el corazón es donde se producen las grandes transformaciones",
resalta.
Además, el libro puede ser leído de muchas formas:
de una vez, un capítulo por día, trabajando cada semana un capítulo
con las reflexiones que vienen al final de cada uno. En el 2003
vendrá a Pamplona a presentar su próximo libro, que todavía no está
a la venta y se titulará Bajo la sombra de un
amigo".